Juan Loyola Portada 2000
Nuestra portada está dedicada a la memoria del artista Juan Loyola.
Litocen 99 se dedicó a el arte de Juan Loyola, y la edición batió todas las marcas de elogios y aceptación de sus 27 años. Y ahora, en nuestra edición del año 2000, Litocen rinde homenaje a la obra del artista Juan Loyola, aunque ojalá estuviéramos haciendo un muy merecido reconocimiento, no a la obra, sino al artista cuyo amor por Venezuela sólo era superado por su angustia de justicia para los venezolanos.
Juan Loyola puedes recordarse como “ un fino pintor , con agudo sentimiento patriótico que expuso su obra en todo el mundo y cuyos gritos justicieros brotaron fácilmente de su garganta y que con valiente indómito espíritu, llevo su protesta a todas las instancias”.
Pero esas virtudes, fáciles de expresar, no son sencillas de seguir; están reservadas a los grandes seres, a esos semidioses que logran dominar el arte y la palabra, que con humildad doblegan obstáculos y logran exteriorizar su amor con la fuerza de los volcanes. Y es que definitivamente, Juan Loyola, no estaba hecho sólo de barro; el soplo divino que recibió estaba impregnado de pigmentos, de verbo, de sentimientos y virtudes que no están en la naturaleza de todos los mortales. Pero si su estructura fue especial, su dedicación, su estudio, preparación, fuerza de voluntad y coraje, agregaron los elementos que la vida si nos pone a la alcance para abandonar el anonimato y lograr la admiración y el respeto de los demás.
Juan Loyola, es recordado porque llevó lo mejor de nuestro gentilicio a los más respetados escenarios del mundo, por qué donde expuso su obra, flameó orgullosamente el tricolor nacional; porqué donde protestó, grabó la voz de nuestro bravo pueblo y, porque donde sembró, nacen siete estrellas.
Y Juan Loyola estaba convencido que su vida era una continuación de pequeñas muertes; ahora, desde el cielo, podrá ver que su vida nace continuamente en las ondas de nuestra bandera, que sus palabras brotan de las ráfagas que hacen sus estrellas y que sus ideas, principios y angustia, son el asta que la mantiene izada. Allí lo vemos y lo oímos quiénes tuvimos el honor de conocerlo, admirarlo, respetarlo y quererlo tal quien fue, el pintor de la bandera de Venezuela.
Julia Penso de Trujillo